La Osteopatía Pediátrica

Raúl Sánchez García - Osteópata D.O.

La Osteopatía Pediátrica

Cuando nace un niño, se le realizan las revisiones protocolarias que dicta la medicina alopática, se entrega el bebé a los felices padres, indicándoles unas premisas básicas con respecto a tales y cuales revisiones deberá pasar su retoño y… todos para casa.

En casa, el bebé no duerme bien, llora constantemente, está estreñido, tiene cólicos, le cuesta respirar, etc.

Ante este tipo de situaciones, los padres acuden al pediatra, el cual, tras comprobar que el niño no tiene fiebre, ni presenta infecciones en oído, nariz y garganta, les tranquiliza diciéndoles: no tiene nada, se le pasará en unos días. Estos días, a veces, se convierten en meses e incluso años. En ocasiones, esa patología que no se supo diagnosticar y tratar, marcará de por vida a esa persona.

Los bebés y niños sufren dolores de todo tipo (de cabeza, articulares, viscerales, etc.), se estresan, se deprimen y, en definitiva, padecen casi las mismas patologías que los adultos. El único problema radica en que los bebés y niños no hablan y no pueden quejarse y/o explicarse como los adultos. «Simplemente» lloran, no duermen bien, regurgitan, no comen, vomitan, padecen mucosidades, alergias, afecciones respiratorias, etc.

Los pediatras, las matronas, los osteópatas y, en definitiva, toda persona relacionada con la salud y cuidado de los niños, deberían saber que 9 de cada 10 bebés que nacen padecen patologías susceptibles de ser tratadas por un osteópata cualificado. Patologías que, de ignorarse, van a marcar la infancia, adolescencia y etapa adulta de esta persona.

La osteopatía, ofrece un amplio abanico de posibilidades terapéuticas para supervisar, tratar y apoyar a los bebés, niños y adolescentes en una multiplicidad de afectaciones típicas encada etapa de la vida. La dulzura y la calidad del tacto con que se realizan este tipo de técnicas, garantizan y avalan la confianza que los padres depositan en los profesionales que nos dedicamos al tratamiento manual de estos pequeños pacientes, sus hijos.

La osteopatía dedicada al tratamiento de los bebés y niños permite, primero, recuperar rápidamente de sus dolencias y disfunciones a nuestros pacientes y, segundo, evitar con ello las secuelas inevitables que podrían marcar su equilibrio y posterior desarrollo. Es importante remarcar que la inmensa mayoría de las patologías que padecen los adultos son secuelas no tratadas, adecuadamente, de patologías sufridas durante la niñez.

Por todo ello, animo a osteópatas, médicos, fisioterapeutas, matronas, personal de enfermería y, como no, a los padres, a conocer el apasionante mundo de la osteopatía pediátrica. Es una terapia sutil, profunda y respetuosa con el paciente y su enfermedad, perfectamente combinable con cualquier acto terapéutico en beneficio, exclusivamente, de nuestros jóvenes pacientes.

 

Bibliografía: Tratado integral de Osteopatía Pediátrica. Francisco Fajardo, D.O.FRNO. Dilema Editorial.

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