La Osteopatía

La Osteopatía no se trata de una profesión para-médica, ni de una medicina alternativa; se trata de una disciplina terapéutica y de un conjunto de conocimientos específicos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano.

Aunque a la Osteopatía se la relacione fundamentalmente con problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser humano de forma global, como un todo, reestableciendo el equilibrio perturbado mediante técnicas de tratamiento manuales dirigidas a cualquiera de los tejidos afectados, sean estos del sistema musculoesquelético, visceral, nervioso, etc.

Las denominadas “terapias manuales”, Osteopatía y Quiropráctica surgieron a finales del siglo XIX en EE.UU. Concretamente la American School of Osteopathy fue fundada en 1892, por la que se crea el título de D.O (Doctor en Osteopatía).

En 1962, en EE.UU. se decretó la equivalencia entre D.O y M.D (Doctor en Medicina). En Canadá, Japón, Australia, Inglaterra y en los países de influencia anglosajona, la Osteopatía coexiste oficialmente con otras profesiones de la salud, médicos, fisioterapeutas, quiroprácticos, etc.

En la Europa continental, diversos países como Francia, Bélgica, Noruega, Suiza y Alemania han dado a esta disciplina la consideración de estudio formativo independiente, con una duración de entre 4 y 5 años, pero también coexiste con programas de formación complementaria para Médicos y Fisioterapeutas, quienes realizan 1500 horas de estudio sobre este campo terapéutico.

La técnica cada vez más depurada de la Osteopatía, al incidir sobre el conjunto de los tejidos mencionados, ha propiciado su clasificación en varios grandes grupos, según sobre qué tejidos actúe:

1. Osteopatía Estructural

Dirigida al sistema musculoesquelético (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas y, en general, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), o a nivel del tronco, región costal, así como dolores en los miembros superiores e inferiores (secuelas de traumatismos, esguinces, lesiones tendinosas, etc.). Leer más…

2. Osteopatía Visceral

Orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras. Leer más…

3. Osteopatía Craneo-Sacral

Actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismo, desequilibrios musculares, etc., pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso trastornos digestivos, respiratorios, vasculares, etc. Leer más…

4. Osteopatía Fascial

La fascia es una estructura de tejido, que no solamente envuelve el 100% del cuerpo humano, sino que se insinúa por todos los recovecos y se integra en sus diferenciaciones, constituyendo los órganos y sistemas en las tres dimensiones del espacio, siendo el elemento de sostén y de relación que permite, facilitando la circulación, la interrelación y la conexión de la vida en todo el cuerpo humano. Leer más…

5. Osteopatía Somatoemocional

La «enfermedad psicosomática» es un modo, una vía de acción del inconsciente, para expresar algo que está reprimido. Es un desbordamiento, que se expresa mediante símbolos, que representa lo inconsciente, lo irracional, lo amoral, lo caótico, y necesita escapar de la represión, haciéndolo en este caso mediante síntomas. Leer más…

6. Osteopatía Pediátrica

Los pediatras, las matronas, los osteópatas y, en definitiva, toda persona relacionada con la salud y cuidado de los niños, deberían saber que 9 de cada 10 bebés que nacen padecen patologías susceptibles de ser tratadas por un osteópata cualificado. Patologías que, de ignorarse, van a marcar la infancia, adolescencia y etapa adulta de esta persona.

La osteopatía, ofrece un amplio abanico de posibilidades terapéuticas para supervisar, tratar y apoyar a los bebés, niños y adolescentes en una multiplicidad de afectaciones típicas encada etapa de la vida. La dulzura y la calidad del tacto con que se realizan este tipo de técnicas, garantizan y avalan la confianza que los padres depositan en los profesionales que nos dedicamos al tratamiento manual de estos pequeños pacientes, sus hijos.

La osteopatía dedicada al tratamiento de los bebés y niños permite, primero, recuperar rápidamente de sus dolencias y disfunciones a nuestros pacientes y, segundo, evitar con ello las secuelas inevitables que podrían marcar su equilibrio y posterior desarrollo. Es importante remarcar que la inmensa mayoría de las patologías que padecen los adultos son secuelas no tratadas, adecuadamente, de patologías sufridas durante la niñez.

Por todo ello, animo a osteópatas, médicos, fisioterapeutas, matronas, personal de enfermería y, como no, a los padres, a conocer el apasionante mundo de la osteopatía pediátrica. Es una terapia sutil, profunda y respetuosa con el paciente y su enfermedad, perfectamente combinable con cualquier acto terapéutico en beneficio, exclusivamente, de nuestros jóvenes pacientes. Leer más…

 

Un aspecto importante es llegar a establecer conjuntamente el diagnóstico osteopático al tiempo que la evaluación del problema desde el punto de vista médico, de manera que cualquier paciente con posible patología, en la cual no esté indicada la Osteopatía o en la que sea necesaria la intervención médica, sea orientado al profesional médico correspondiente. Esto significa que la complementariedad y la interrelación médico y osteópata debe ser total para garantizar un abordaje multidisciplinar en el paciente.

En España, durante los últimos veinte años, la Osteopatía ha tenido un gran desarrollo gracias a Escuelas de alto nivel académico (1500 h. de estudios), reconocidas internacionalmente. Por ejemplo, los estudios publicados en Journal of Whiplash & Related Disorders sobre el dolor cervical nos demuestran que el tratamiento osteopático ofrece sobre el núcleo causante del problema, y desde la primera sesión, una clara disminución del dolor y una mejora de la movilidad en la articulación, ligamento o músculo afectado.